Wachiturra colorada de Argentina, paga al albañil los trabajos de su casa, cogiendo con él a pelo y tragando toda su leche. Ella tiene su caliente cuerpo cubierto de tatuajes y unas gomas realmente grandes. El afortunado trabajador no puede negarse a ese trato, cuando ella le informa que no tiene plata para pagarle, pero que está dispuesta a lo que sea para saldar la deuda. Obviamente, el hombre hace valer su trabajo y se cobra garchando a su patrona a cuatro patas y otras posiciones. Pero la turra no quiere desperdiciar la leche de su trabajador y cuando le avisa que está por acabar, ella corre a recibir todo en su boca.
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