Nunca le habían mamado el culo a nena de Tinder y menos en la primera cita, pero apenas agarra confianza y coge delicioso con su nuevo ligue. La morra no andaba buscando ni amistad, ni romances, ella lo único que necesitaba, era un cabrón que le diera unas buenas cogidas. Cuando la morra y el chico que acaba de conocer, ya están solos en la habitación, ella se pone tan cachonda que se monta en la cara del bato para que le dé unas buenas chupadas de panocha. Pero cuando el wey la empina y le comienza a chupar el culo, la morra se seca de onda, pues al parecer le da pena. Sin duda no necesito mucho para que se le quitara, pues en cuanto sintió la verga del bato entrando en su panocha, ya solo se dejó coger chingón.
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