"¡Así me duele, me duele!" Grita cuando el amante le atasca la verga a cuatro patas, pero luego ella le pide que se la vuelva a meter igual. La infiel madura se escapó del marido solo para ir a la casa de su joven amante y le diera una buena culeada. Como tienen poco tiempo, ella rápidamente se pone a cuatro patas y el hombre se la comienza a coger desde atrás. En medio de los gemidos, parece que ella ya no quiere más, pero cuando se la sacan, ella misma súplica para que le vuelvan a tascar la verga igual, aunque le duela. El amante la obedece y comienza a darle con fuerza y ella comienza a pedir que le dé rápido y más duro, aunque al final, le dice que le destrozo la vagina. Lo que si es seguro, es que la infiel madura, va a regresar a su casa con su marido más feliz de tanta verga que le dieron.
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