El dueño de un negocio lo cierra para quedarse solo con su joven y cachonda empleada y se la coge muy rico en una silla. La morrita no tiene ni tetas, pero ella toma la iniciativa y sienta a su jefe en una silla para después montarlo. El wey se saca la verga mientras ella se desnuda de la parte de abajo y se monta sobre él. Ella misma se mete la pito y comienza a moverse mientras el patrón le quita lo que faltaba de ropa. La chavita sabe muy bien como moverse cuando está ensartada en una verga y deja al jefe con cara de sorpresa de tan sabroso que se mueve. Un poco después, cambian de posición para cogérsela con ella de espaldas a él. La neta, aún no entiendo cómo aguanto la pinche silla, esas madres se rompen con que las mires feo, pero el caso es que aguanto los movimientos y el peso de los dos cachondos.
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