Este carnal invita a su cachonda vecina a su casa y se la coge por el culo y la hace gritar, pero aunque le duele, ella quiere que le siga. Estas son las putitas que valen la pena, las que aguantan lo que sea con tal de tenerte contento y las vuelvas a invitar. Este wey pone empinada a su vecina en un sofá y se la comienza a coger, pero cuando cambia de hoyo, ella da un grito de dolor y él pregunta si está bien. Ella dice que sí, pero que se la meta despacio para que no le duela, aunque claro que eso solo es al principio. Una vez que le entra la verga en el culo, el wey comienza a darle más duro y ella aguanta chingón la culeada.
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