Una sabrosa morra mexicana se pone cachonda mientras viaje en Uber y le paga dejándose dedear la panocha y el culo por el chofer. La rica putita sabe perfectamente que entre sus lindas piernas tiene la moneda de cambio más aceptada. Aprovechando que lleva un vestido muy corto, se abre piernas y se masturba para que el chofer disfrute de la vista. Él, educadamente, pide permiso para tocarla y la morra acepta de volada, pero con un poco de temor a que los vean. Sin dejar de manejar, el hombre no desaprovecha y acaricia la panocha de la caliente chamaca. Aunque él estaba dispuesto a pagar para meter en esa panocha más que solo los dedos, ella no acepta, pero le da su número para cuando después ella necesite viajes gratis. Obviamente, la morra le hace chingón a la putería y no le cuesta nada aflojarle un poco al pobre Uber, que de paso solo lo dejo caliente.
Inicia sesión o crea una cuenta.